Liderazgo Significativo

Hace un par de semanas formé parte de una experiencia diferente. 500 profesores de enseñanzas no universitarias fueron convocados una mañana de sábado para hablar de liderazgo. Y 20 facilitadores, entre los que se encontraban muchos Alchymistas, fuimos allí para trabajar con ellos.

Yo, que también doy clase, pienso que la enseñanza es un mundo maravilloso y retador a partes iguales. Una clase es un ecosistema perfecto para entender y explicar las dinámicas que se crean en una comunidad, en la que unos tienen, a priori, un papel de líderes y otros, de seguidores.

Esta aproximación apriorística modifica la forma en la que entendemos ese ecosistema, sin darnos cuenta de todas las suposiciones que estamos manejando en el momento en que entramos a formar parte de eso que está pasando.

 

Realidad o realidades

David Foster Wallace escribió un libro, This is water, a partir de una historia corta sobre dos peces. 

Están dos peces nadando uno junto a otro cuando se topan con un pez más viejo que nada en sentido contrario. Los saluda, y dice “Buen día, muchachos. ¿Cómo está el agua?”. Los dos peces siguen nadando, y después de un tiempo uno le pregunta al otro “¿Qué demonios es el agua?”.

La moraleja de esta historia es que las realidades más obvias e importantes son a menudo las más difíciles de ver. 

Las creencias y suposiciones desde las que nos enfrentamos al liderazgo son el agua que no percibimos y que determina nuestros comportamientos, pensamientos y emociones. 

Por lo tanto, deberíamos plantearnos desde qué realidad, creada y percibida, nos adentramos en la comunidad a la que pertenecemos. Esta cuestión es el inicio de una toma de consciencia necesaria para desarrollar un liderazgo significativo.

Para los más pragmáticos diré que simplemente la constatación de que existen varias realidades, todas igualmente válidas y fundadas es el principio del camino hacia un entendimiento necesario de lo que es impacto y significado. Sí, no es a lo que estamos acostumbrados. Por eso cuesta y nuestro cerebro, autómata y vago (esto ya lo dijo Kahneman mucho mejor que yo), se resiste. 

¿Como qué varias realidades? Sí, tantas como personas. 

Así que, ¿qué necesitamos para crear un impacto significativo en un ecosistema en el que existen y conviven varias realidades, creadas y percibidas?

¿Cómo creamos significado cuando no podemos estar seguros de qué es lo que está percibiendo cada una de esas personas?

Aquel sábado hablamos exactamente de eso, de crear el impacto adecuado en un aula. Tarea que, por cierto, es una prueba de fuego para todos, no importa el tiempo de experiencia en la docencia.

Es curioso que, cuando salen estos temas, solemos hablar de los demás, de lo que hacen, de lo que dicen. Muchas menos veces de las necesarias, nos paramos a reflexionar sobre nuestro ser y cómo se configura para ser percibido. Y tampoco solemos reflexionar sobre nuestro papel en ese ecosistema. Damos por hecho que, por el hecho de estar, a priori, en una posición de liderazgo, debemos quedarnos ahí siempre. Esa es la suposición principal.

Y, ¿qué pasa si eso no es cierto? 

La conclusión obvia es que deberíamos ser conscientes de lo que se necesita en cada momento y adaptarnos a la posición que nos toque. Unas veces será liderando desde la acción, y otras, será necesario que demos un paso atrás para permitir que nos lideren, aunque eso signifique dejar la posición que nos fue concedida históricamente.

Esta concepción sistémica de lo que se necesita nos lleva necesariamente a preguntar sobre el propósito, el para qué. Esa pregunta nos desacopla de los deseos individuales y nos pone al servicio del ecosistema al que pertenecemos, igualándonos al resto de componentes de este, y eliminando las jerarquías.

 

Liderazgo de servicio

Eliminar las jerarquías y aplanar las estructuras es el verdadero reto al que nos enfrentamos, debido fundamentalmente al sistema de creencias y suposiciones que tenemos a la hora de liderar. Pero ahora, en el mundo en el que nos ha tocado vivir, es requisito indispensable para lograr impacto significativo.

El liderazgo de servicio, aquel que vela por todo el sistema al que pertenecemos haciendo que adoptemos la posición que se necesita me lleva a pensar en la danza de los estorninos.

Si nunca has observado a estos pájaros, tómate un tiempo para disfrutar de su vuelo.

Si después de verlos te preguntas cómo lo hacen, te diré que cada uno de ellos presta atención a un número limitado de vecinos en la bandada, sin tener en cuenta cómo de grande sea. Así, y sin importar el grado de incertidumbre que tenga el entorno, consiguen mantener la cohesión del grupo con un esfuerzo individual razonable. 

El resultado es una sincronía absoluta y una grandísima velocidad de reacción. El proceso implica que nadie lidera y todos lideran, en función de las necesidades que vayan surgiendo.

Su propósito es sobrevivir y llegar, todos juntos, al lugar donde van, adaptándose a las circunstancias.

Por lo tanto, si nuestros comportamientos están basados en nuestras creencias y suposiciones, ¿cómo debemos redefinir esa forma de estar en un ecosistema que nos permita crear el significado que necesitamos en cada momento?

El aumento de la consciencia y el liderazgo de servicio nos permite poner el foco en el impacto que queremos crear dependiendo de lo que necesite el sistema.

Por un lado, aumentando nuestra consciencia podemos poner a prueba nuestras suposiciones, revisarlas y cuestionarlas, derribando las barreras que nos impiden ser y presentarnos como necesitamos.

Por otro lado, la vocación de servicio, que también podemos ver como AMOR (sí, con mayúsculas) implica la búsqueda continua del propósito mayor, de la creación de las condiciones que permitan crecer y desarrollarse a todos los miembros de nuestro ecosistema.

 

Estos son dos de los pilares en los que se basa en Liderazgo Regenerativo, que nos permite modificar los paradigmas, las suposiciones, sobre las que construimos nuestros modelos habituales de liderazgo, y que permite, por tanto, construir significado e impacto. 

Vuelvo a nuestros profesores porque nos dieron muchos ejemplos de esto que estoy contando. Liderazgo de servicio, escucha que les permite saber qué se necesita, y consciencia de que su impacto en el aula no siempre se consigue estando delante, sino que a veces es necesario dar un paso atrás y dejar que otros elementos del sistema, sus alumnos, lleven la riendas.